Bagdad - Al menos veinte personas murieron hoy en Irak y otras cincuenta resultaron heridas al estallar un coche-bomba conducido por un suicida en una pequeña localidad de la provincia norteña de Diyala, informaron a Efe fuentes policiales.
Las fuentes dijeron que el conductor del vehículo cargado con los explosivos los hizo estallar cerca de un café popular de la población de Al Jales, 20 kilómetros al noreste de Baquba, la capital de Diyala y situada al noreste de Bagdad.
En el momento de la explosión, a primeras horas de esta noche, había una gran aglomeración de personas en el café, situado cerca de un mercado popular de Al Jales. La policía no descarta que aumente la cifra de víctimas mortales.
El área fue acordonada inmediatamente por las fuerzas de seguridad. En la zona hubo graves destrozos en las tiendas del lugar, agregaron las fuentes policiales.
El atentado de hoy es el más grave que se produce desde la doble explosión del viernes de la semana pasada en la localidad norteña de Tel Afar, donde murieron 25 personas y más de cien resultaron heridas.
Allí, un suicida irrumpió en un campo de fútbol con un coche-bomba que hizo estallar, y cuando la gente se congregó para ayudar a las víctimas otro suicida detonó el cinturón de explosivos que portaba.
Las fuentes dijeron que el conductor del vehículo cargado con los explosivos los hizo estallar cerca de un café popular de la población de Al Jales, 20 kilómetros al noreste de Baquba, la capital de Diyala y situada al noreste de Bagdad.
En el momento de la explosión, a primeras horas de esta noche, había una gran aglomeración de personas en el café, situado cerca de un mercado popular de Al Jales. La policía no descarta que aumente la cifra de víctimas mortales.
El área fue acordonada inmediatamente por las fuerzas de seguridad. En la zona hubo graves destrozos en las tiendas del lugar, agregaron las fuentes policiales.
El atentado de hoy es el más grave que se produce desde la doble explosión del viernes de la semana pasada en la localidad norteña de Tel Afar, donde murieron 25 personas y más de cien resultaron heridas.
Allí, un suicida irrumpió en un campo de fútbol con un coche-bomba que hizo estallar, y cuando la gente se congregó para ayudar a las víctimas otro suicida detonó el cinturón de explosivos que portaba.