La moda de los velatorios peculiares comenzó en Puerto Rico y ya contagió a una comunidad boricua en la ciudad de Filadelfia, en Pensilvania.
Ese fue el caso de Julio López, de 39 años, confirmó a El Nuevo Día Sarleen Wilson, directora de la funeraria Mitcum-Wilson Funeral Home, en Filadelfia. Wilson se encargó de preparar el cuerpo de López para ser velado al estilo de David Morales Colón, el primer “muerto en motora”.
Con su chaleco, gafas oscuras, gorra y mahón, López, conocido en la comunidad por “Beetlejuice”, fue vestido con el atuendo que normalmente utilizaba cuando participaba de las actividades del club de motoras al que pertenecía.
Por ser la primera vez que este tipo de velatorio se realiza en Estados Unidos, cientos de curiosos, además de los familiares y amigos del fenecido, presenciaron asombrados lo que parecía ser una persona viva.
Los primeros dos casos que rompieron con el tradicional velatorio en ataúd fueron los de Ángel Luís Pantojas, el “muerto parao'”, y David Morales Colón, el “muerto en motora”. Estos velatorios provocaron revuelo en la Isla y actualmente se investiga la legalidad de esta nueva práctica.