El eterno dilema sobre que pesa más en el desarrollo de un ser viviente, si su genética o su entorno, parece tener una respuesta fácil dentro del mundo de los perros. Y es que aunque muchas razas de canes se llevan los primeros lugares cada vez que se habla de perros agresivos, expertos en el trato de estos animales coinciden en que, más que su código genético, lo que determinará su comportamiento es la forma cómo sea criado por los humanos.
Rottweiler, cane corso, fila brasileño y pit bull son razas caninas que usualmente no faltan en las menciones sobre perros peligrosos. Pero más que por su agresividad, éstos canes son temidos por el poder que tienen sus mandíbulas y su capacidad de hacer daño, destacó el veterinario Rafael Charneco.
“En mi experiencia, a veces los perros más agresivos son los más pequeños. Los perros que más me han mordido son los chihuahuas, pero nadie piensa en un chihuahua como un perro peligroso”, comentó Charneco, no sin antes recordar que las razas conocidas como “toy” por su tamaño pequeño sí pueden representar un peligro para niños e infantes.
Asimismo, el entrenador Pedro Anibarro señaló que no se puede generalizar con el comportamiento de las razas, pues “hay perros que son bravos sin importar su tamaño ni raza, ellos nada más se ponen agresivos cuando no se les deja hacer lo que les da la gana”.
Charneco, Anibarro y el entrenador Osvaldo Massanet coincidieron al indicar que todo can tiene el potencial de ser agresivo ante personas extrañas, por lo que no es recomendable jugar repentinamente con un perro al que no se conoce.
A continuación, los expertos identificaron los tipos de perro que, por conductas de los humanos, tienen mayores posibilidades de atacar.
-El perro amarrado
Esta es la mascota más agresiva, señaló Anibarro. “Amarrar a un perro le aumenta la ansiedad y la agresividad”, sostuvo el entrenador con 12 años de experiencia. Estar atado en el exterior, a merced de las inclemencias del tiempo y sin espacio hacer ejercicio ni para separar el área donde duerme de donde hace sus necesidades incrementa la posibilidad de que un perro ataque sin provocación.
-El perro entrenado para pelear
Charneco hizo hincapié en que la mala fama que reciben razas como los pit bulls se debe a su asociación con las peleas de perros. Para participar en ellas, los perros son sometidos desde las pocas semanas de nacidos a maltratos físicos y sicológicos para aumentar sus niveles de agresividad y aumentar su resistencia al dolor.
“Así, cualquiera ataca. Si crías a un niño así, claro que te va a atacar. Pero los pit bulls que yo he conocido, los dueños tienen más consciencia, los crían bien y son unos perros muy tranquilos”, sostuvo Charneco.
-El perro al que se le inyectan sustancias
Al igual que algunos jóvenes usan esteroides para aumentar su masa muscular, los mismos seres humanos le inyectan el químico a sus canes para que se vean más imponentes. “Y con eso se le hace un daño irreparable al perro, no hay vuelta atrás. Sí, se pone grande y musculoso, pero el efecto es que se pone agresivo y puede atacar a cualquiera”, explicó Massanet.
-El perro mal entrenado
Para cumplir el rol de guardián, muchas personas optan por entrenar sus perros ellos mismos, lo que no siempre tiene los mejores resultados. “Si la persona no tiene el conocimiento adecuado, lo que hace es amarrar al perro cerca del portón. Yo he escuchado de gente que lo que hace es golpear al perro cada vez que le pasa por el lado”, explicó Massanet. “Lo que estás haciendo es crear un perro vicioso. Un día se te queda el portón abierto, el perro se sale, ve un niño que alza la mano del susto, el perro piensa que le van a dar y se va a defender”, añadió.
-El perro producto de la cría irresponsable
Massanet, quien además de entrenar perros es criador de dogos argentinos, señaló que existen personas que se autodenominan “criadores” pero que no tienen el conocimiento necesario para hacerlo. Es así como, de forma irresponsable, cruzan animales sin estudiar su ascendencia ni analizar las características que podrían heredar. “Hace poco alguien me dijo que iba a casar a su perra cane corso con un fila brasileño. Cuando le pregunté que por qué, me dijo 'es que la perra es mala, el perro es malo y yo quiero que lo que salgan de ahí sean unos diablos'”, relató el entrenador.
-El perro no esterilizado/ castrado
La mayoría de los perros son territoriales y pueden presentar episodios de agresividad relacionados con su sentido de querer proteger lo que consideran suyo, que puede ser tanto su juguete favorito como sus dueños. El entrenador Anibarro indicó que el perro que no ha sido castrado tiene mayores niveles de testosterona en su sistema, lo cual aumenta su agresividad territorial hacia personas y otros animales. “Yo promuevo la esterilización y hay perros territoriales que sólo orinan en todas partes, pero hay otros que su forma de marcar es morder todo lo que se le pare en frente y eso puede ser un peligro”, indicó el entrenador.
Rottweiler, cane corso, fila brasileño y pit bull son razas caninas que usualmente no faltan en las menciones sobre perros peligrosos. Pero más que por su agresividad, éstos canes son temidos por el poder que tienen sus mandíbulas y su capacidad de hacer daño, destacó el veterinario Rafael Charneco.
“En mi experiencia, a veces los perros más agresivos son los más pequeños. Los perros que más me han mordido son los chihuahuas, pero nadie piensa en un chihuahua como un perro peligroso”, comentó Charneco, no sin antes recordar que las razas conocidas como “toy” por su tamaño pequeño sí pueden representar un peligro para niños e infantes.
Asimismo, el entrenador Pedro Anibarro señaló que no se puede generalizar con el comportamiento de las razas, pues “hay perros que son bravos sin importar su tamaño ni raza, ellos nada más se ponen agresivos cuando no se les deja hacer lo que les da la gana”.
Charneco, Anibarro y el entrenador Osvaldo Massanet coincidieron al indicar que todo can tiene el potencial de ser agresivo ante personas extrañas, por lo que no es recomendable jugar repentinamente con un perro al que no se conoce.
A continuación, los expertos identificaron los tipos de perro que, por conductas de los humanos, tienen mayores posibilidades de atacar.
-El perro amarrado
Esta es la mascota más agresiva, señaló Anibarro. “Amarrar a un perro le aumenta la ansiedad y la agresividad”, sostuvo el entrenador con 12 años de experiencia. Estar atado en el exterior, a merced de las inclemencias del tiempo y sin espacio hacer ejercicio ni para separar el área donde duerme de donde hace sus necesidades incrementa la posibilidad de que un perro ataque sin provocación.
-El perro entrenado para pelear
Charneco hizo hincapié en que la mala fama que reciben razas como los pit bulls se debe a su asociación con las peleas de perros. Para participar en ellas, los perros son sometidos desde las pocas semanas de nacidos a maltratos físicos y sicológicos para aumentar sus niveles de agresividad y aumentar su resistencia al dolor.
“Así, cualquiera ataca. Si crías a un niño así, claro que te va a atacar. Pero los pit bulls que yo he conocido, los dueños tienen más consciencia, los crían bien y son unos perros muy tranquilos”, sostuvo Charneco.
-El perro al que se le inyectan sustancias
Al igual que algunos jóvenes usan esteroides para aumentar su masa muscular, los mismos seres humanos le inyectan el químico a sus canes para que se vean más imponentes. “Y con eso se le hace un daño irreparable al perro, no hay vuelta atrás. Sí, se pone grande y musculoso, pero el efecto es que se pone agresivo y puede atacar a cualquiera”, explicó Massanet.
-El perro mal entrenado
Para cumplir el rol de guardián, muchas personas optan por entrenar sus perros ellos mismos, lo que no siempre tiene los mejores resultados. “Si la persona no tiene el conocimiento adecuado, lo que hace es amarrar al perro cerca del portón. Yo he escuchado de gente que lo que hace es golpear al perro cada vez que le pasa por el lado”, explicó Massanet. “Lo que estás haciendo es crear un perro vicioso. Un día se te queda el portón abierto, el perro se sale, ve un niño que alza la mano del susto, el perro piensa que le van a dar y se va a defender”, añadió.
-El perro producto de la cría irresponsable
Massanet, quien además de entrenar perros es criador de dogos argentinos, señaló que existen personas que se autodenominan “criadores” pero que no tienen el conocimiento necesario para hacerlo. Es así como, de forma irresponsable, cruzan animales sin estudiar su ascendencia ni analizar las características que podrían heredar. “Hace poco alguien me dijo que iba a casar a su perra cane corso con un fila brasileño. Cuando le pregunté que por qué, me dijo 'es que la perra es mala, el perro es malo y yo quiero que lo que salgan de ahí sean unos diablos'”, relató el entrenador.
-El perro no esterilizado/ castrado
La mayoría de los perros son territoriales y pueden presentar episodios de agresividad relacionados con su sentido de querer proteger lo que consideran suyo, que puede ser tanto su juguete favorito como sus dueños. El entrenador Anibarro indicó que el perro que no ha sido castrado tiene mayores niveles de testosterona en su sistema, lo cual aumenta su agresividad territorial hacia personas y otros animales. “Yo promuevo la esterilización y hay perros territoriales que sólo orinan en todas partes, pero hay otros que su forma de marcar es morder todo lo que se le pare en frente y eso puede ser un peligro”, indicó el entrenador.