por Para la mayoría de las personas, creer que tienen mal olor cuando no es así puede ser algo sin importancia. Sin embargo, otros no pueden bregar con la situación.
Así lo explica Frederik Joelving en un artículo publicado por Reuters.
Según Joelving, se trata de personas con el síndrome olfativo de referencia, quienes al pensar que tienen mal olor -cuando realmente no apestan- manifiestan un delirio con consecuencias graves.
Tal es así que los psiquiatras están considerando incluirlo en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Desórdenes Mentales, que es como la biblia de los problemas mentales.
La doctora Katharine Phillips, de la Brown University, en Providence, Rhode Island, explicó que “es un trastorno muy oculto porque los pacientes sienten mucha vergüenza de sí mismos. Me sorprendió la intensidad de su sufrimiento”.
Phillips, que presentó los resultados de su estudio durante la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, en Nueva Orleans, indicó que dos tercios de sus pacientes habían pensado en suicidarse.
Muchos se quedan en casa, oliéndose reiteradamente, duchándose y lavando la ropa porque sienten mucha vergüenza de salir; piensan que su boca, sus axilas o sus genitales apestan.
Por ahora, nadie sabe cuán común es este síndrome. “La mayoría nunca lo oyó mencionar, aunque fue caracterizado hace más de un siglo”, dijo Phillips. Pero dado que quienes lo sufren tienden a aislarse, “no sería un trastorno poco frecuente”, señaló.
Un estudio en la década de 1970 sugirió que el cinco por ciento de las personas con el trastorno podrían suicidarse. Si bien la cifra, que es más alta que en otros trastornos, nunca se confirmó, Phillips dijo que merece atención.
Los delirios aparecen en la adolescencia. Muchos de los pacientes de Phillips habían recibido terapia no medicinal sin éxito.
Hasta el momento se desconoce qué fármacos se podrían usar. “Se necesitan estudios sobre tratamientos para este síndrome”, concluyó Phillips.