Australia.- El exceso de alimentos engorda más rápido a las personas con un historial familiar de diabetes que a aquellos sin predisposición genética hacia la enfermedad, según un estudio publicado hoy, martes, en Australia.
Durante un mes, el Instituto Garvan de Investigación Científica de Sídney sobrealimentó a un grupo de 17 personas con familiares afectados por diabetes del tipo 2 y a otro de 24 sin historial familiar de la enfermedad.
El experimento, realizado por los investigadores Dorit Samocha-Bonet, Leonie Heilbronn y Lesley Campbell, tenía el fin de simular los excesos gastronómicos propios de un mes festivo como las vacaciones navideñas.
Tras comer un extra de 1,250 calorías diarias, las personas con historial familiar aumentaron de media 3.4 kilogramos, frente a los 2.2 kilogramos engordados por el grupo sin predisposición genética.
Además, los niveles de insulina en la sangre del primer grupo ya era superior a los tres días de comenzar el estudio.
Según la profesora Campbell, el sobrepeso o la obesidad, que padece entre el 80 y el 90 por ciento de los diabéticos de tipo 2, son una condición de la enfermedad y no su causa, según se piensa comúnmente.
“Lo mismo que provoca la diabetes, les hace aumentar de peso. Mi teoría es que no pueden prevenir un predisposición genética”, señaló Campbell, cuyo estudio fue publicado en la revista internacional “Diabetología”.
El tipo 2 de la diabetes es una condición altamente hereditaria en la cual el cuerpo no usa la insulina de manera apropiada, lo que aumenta los niveles de azúcar en la sangre que perjudican al corazón, el sistema nervioso y los riñones.
Esta modalidad afecta a más del 90 por ciento de las personas a quienes se ha diagnosticado diabetes.
Durante un mes, el Instituto Garvan de Investigación Científica de Sídney sobrealimentó a un grupo de 17 personas con familiares afectados por diabetes del tipo 2 y a otro de 24 sin historial familiar de la enfermedad.
El experimento, realizado por los investigadores Dorit Samocha-Bonet, Leonie Heilbronn y Lesley Campbell, tenía el fin de simular los excesos gastronómicos propios de un mes festivo como las vacaciones navideñas.
Tras comer un extra de 1,250 calorías diarias, las personas con historial familiar aumentaron de media 3.4 kilogramos, frente a los 2.2 kilogramos engordados por el grupo sin predisposición genética.
Además, los niveles de insulina en la sangre del primer grupo ya era superior a los tres días de comenzar el estudio.
Según la profesora Campbell, el sobrepeso o la obesidad, que padece entre el 80 y el 90 por ciento de los diabéticos de tipo 2, son una condición de la enfermedad y no su causa, según se piensa comúnmente.
“Lo mismo que provoca la diabetes, les hace aumentar de peso. Mi teoría es que no pueden prevenir un predisposición genética”, señaló Campbell, cuyo estudio fue publicado en la revista internacional “Diabetología”.
El tipo 2 de la diabetes es una condición altamente hereditaria en la cual el cuerpo no usa la insulina de manera apropiada, lo que aumenta los niveles de azúcar en la sangre que perjudican al corazón, el sistema nervioso y los riñones.
Esta modalidad afecta a más del 90 por ciento de las personas a quienes se ha diagnosticado diabetes.