"Hasta que la muerte los separe". Así reza una parte de los votos que prometen cumplir los enamorados al decidir unir sus vidas.
Muchas parejas tienen la ilusión de que el matrimonio es para siempre, que el amor todo lo puede y que envejecerán juntos, pero en muchas ocasiones no es así.
Al convivir con un cónyuge hay que ser conscientes de que los problemas cotidianos hacen mella en la relación. Desde aspectos como dejar la tapa del inodoro arriba, no colocar la ropa sucia en el lugar destinado, olvidar las toallas húmedas en el piso, hasta detalles fundamentales como la falta de comunicación, las desigualdades culturales y religiosas, los patrones de crianza y las diferencias en la alcoba son algunas de las razones que acarrean fuertes tensiones maritales que podrían desembocar en la ruptura definitiva.
La página cibernética sixwise.com seleccionó las diez razones principales que, en la mayoría de las ocasiones, conducen al divorcio.
1. La infidelidad: Casi un tercio de los divorcios se incluyen en esta categoría y más de la mitad de los matrimonios rotos han experimentado algún tipo de adulterio. Muchas infidelidades son ocasionadas por resentimientos o por aburrimiento sexual.
2. Falta de comunicación: la incapacidad de mantener una conversación significativa es una vía rápida hacia la interrupción de la comunicación en los matrimonios. En algunos casos, el cónyuge puede ser verbalmente abusivo. En una situación como ésta, lo mejor es buscar ayuda profesional.
3. Abuso físico, psicológico o emocional: Las señales de abuso físico incluyen la violencia, las peleas, maltratar físicamente. El maltrato psicológico y el abuso verbal puede consistir en insultos verbales, burlas, humillación, la intimidación y el refuerzo negativo constante.
4. Problemas económicos: La escasez de dinero, los gastos excesivos, el derroche son algunos dilemas que pueden ocasionar la ruptura de la familia.
5. Líos en la intimidad sexual: El exceso de trabajo, las enfermedades, la cotidianidad y la disminución de la pasión sexual son aspectos que influyen en la cama y aumentan la incompatibilidad de la pareja.
6. La prueba del séptimo año: Es un hecho conocido que las parejas se aburren el uno del otro después de una cierta cantidad de tiempo, por eso hay que trabajar día a día para evitar que la llama del amor se apague.
7. Las diferencias religiosas y culturales: La falta de comprensión y de disposición para una sana convivencia entre las parejas de diferentes culturas, etnia o religión provoca que terminen apegados al conformismo y de esa forma le dan paso al resentimiento.
8. La educación de los hijos: Los diferentes opiniones sobre cuestiones tales como dónde enviar al niño a la escuela o cómo hacer frente a un comportamiento específico son motivo suficiente para iniciar un procedimiento de divorcio.
9. Las personalidades adictivas: Una adicción se define como cualquier comportamiento realizado compulsivamente, por lo que va más allá de las drogas y puede extenderse a la alimentación, el juego, internet, entre otros. Estas adicciones pueden obstaculizar la funcionalidad y es otra razón para el divorcio, ya que afecta a las prioridades del matrimonio.
10. Las expectativas no se cumplen: Esto es cuando una persona se da cuenta de lo diferente que su cónyuge es realmente. También puede ser una situación en la que las prioridades cambian drásticamente debido a un cambio en los intereses, problemas médicos graves o muertes en la familia.
Muchas parejas tienen la ilusión de que el matrimonio es para siempre, que el amor todo lo puede y que envejecerán juntos, pero en muchas ocasiones no es así.
Al convivir con un cónyuge hay que ser conscientes de que los problemas cotidianos hacen mella en la relación. Desde aspectos como dejar la tapa del inodoro arriba, no colocar la ropa sucia en el lugar destinado, olvidar las toallas húmedas en el piso, hasta detalles fundamentales como la falta de comunicación, las desigualdades culturales y religiosas, los patrones de crianza y las diferencias en la alcoba son algunas de las razones que acarrean fuertes tensiones maritales que podrían desembocar en la ruptura definitiva.
La página cibernética sixwise.com seleccionó las diez razones principales que, en la mayoría de las ocasiones, conducen al divorcio.
1. La infidelidad: Casi un tercio de los divorcios se incluyen en esta categoría y más de la mitad de los matrimonios rotos han experimentado algún tipo de adulterio. Muchas infidelidades son ocasionadas por resentimientos o por aburrimiento sexual.
2. Falta de comunicación: la incapacidad de mantener una conversación significativa es una vía rápida hacia la interrupción de la comunicación en los matrimonios. En algunos casos, el cónyuge puede ser verbalmente abusivo. En una situación como ésta, lo mejor es buscar ayuda profesional.
3. Abuso físico, psicológico o emocional: Las señales de abuso físico incluyen la violencia, las peleas, maltratar físicamente. El maltrato psicológico y el abuso verbal puede consistir en insultos verbales, burlas, humillación, la intimidación y el refuerzo negativo constante.
4. Problemas económicos: La escasez de dinero, los gastos excesivos, el derroche son algunos dilemas que pueden ocasionar la ruptura de la familia.
5. Líos en la intimidad sexual: El exceso de trabajo, las enfermedades, la cotidianidad y la disminución de la pasión sexual son aspectos que influyen en la cama y aumentan la incompatibilidad de la pareja.
6. La prueba del séptimo año: Es un hecho conocido que las parejas se aburren el uno del otro después de una cierta cantidad de tiempo, por eso hay que trabajar día a día para evitar que la llama del amor se apague.
7. Las diferencias religiosas y culturales: La falta de comprensión y de disposición para una sana convivencia entre las parejas de diferentes culturas, etnia o religión provoca que terminen apegados al conformismo y de esa forma le dan paso al resentimiento.
8. La educación de los hijos: Los diferentes opiniones sobre cuestiones tales como dónde enviar al niño a la escuela o cómo hacer frente a un comportamiento específico son motivo suficiente para iniciar un procedimiento de divorcio.
9. Las personalidades adictivas: Una adicción se define como cualquier comportamiento realizado compulsivamente, por lo que va más allá de las drogas y puede extenderse a la alimentación, el juego, internet, entre otros. Estas adicciones pueden obstaculizar la funcionalidad y es otra razón para el divorcio, ya que afecta a las prioridades del matrimonio.
10. Las expectativas no se cumplen: Esto es cuando una persona se da cuenta de lo diferente que su cónyuge es realmente. También puede ser una situación en la que las prioridades cambian drásticamente debido a un cambio en los intereses, problemas médicos graves o muertes en la familia.